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29 de mayo de 2020Los pacientes con enfermedad cardiovascular que son afectados por Covid-19 tienen un riesgo de morbimortalidad diferente. A pesar de esto, cabe señalar que muchos de los pacientes que requieren tratamiento por cardiopatía isquémica, enfermedad vascular periférica o cardiopatía estructural no están infectados.
Debemos estar preparados para combatir esta pandemia, sin descuidar el beneficio logrado en estos pacientes, en los últimos 30 años.
A propósito de esto último, existen datos importantes a ser tenidos en cuenta:
- Minimizar el riesgo de exposición a la infección para que se continúe con la misma calidad de atención en los departamentos de emergencia a la cardiopatía isquémica aguda.
- Utilizar la angioplastia primaria en los infartos con supradesnivel del segmento ST siempre que sea posible. Aquellos que consulten a un centro sin capacidad de angioplastia primaria deben recibir trombolíticos. Evitar utilizar estas estrategias (especialmente los trombolíticos) cuando el diagnóstico de infarto tipo I puede ser confuso.
- Maximizar la seguridad de todo el personal con todos los elementos de protección.
Pacientes con supradesnivel del segmento ST definidos en centros con capacidad de angioplastia primaria:
- La angioplastia primaria sigue siendo el estándar de tratamiento en los centros con capacidad dentro de los 90 minutos del primer contacto médico. Esto debe ser tenido en cuenta en épocas de pandemia, tanto en pacientes sospechosos o confirmados, siendo esperable que se dilaten los tiempos puerta/balón por todas las medidas de protección.
Probablemente muchos de estos pacientes, en el contexto de la infección por Covid-19, manifiesten síntomas y cambios en el electrocardiograma simulando un infarto, como miocarditis o miocardiopatía asociada a la infección. No se debe trombolizar estos pacientes, ya que no ofrece ningún beneficio clínico, aumentando el riesgo de sangrado.
Pacientes con infartos “posibles”:
Aquellos pacientes con diagnóstico poco claro por síntomas atípicos, cambios no específicos o difusos en el electrocardiograma; o que realicen una consulta tardía, es recomendable realizar alguna evaluación adicional antes de indicar una estrategia de reperfusión.
Pacientes con mal pronóstico:
Los pacientes infectados con COVID-19 confirmado, que presenten una falla respiratoria severa o neumonía (con requerimiento de asistencia respiratoria mecánica), tienen una mortalidad tan elevada que se puede considerar el tratamiento médico paliativo si cursan un síndrome coronario.
Pacientes que se presentan en centros sin capacidad de angioplastia primaria:
Derivar a estos pacientes dentro de los 120 minutos del primer contacto médico es lo indicado.
En las situaciones donde no es posible cumplir con esto, se debe considerar la estrategia fármaco invasiva con fibrinolisis inicial dentro de los 30 minutos y luego traslado de ser necesario.
Pacientes SIN elevación del segmento ST:
Muchos pacientes que se encuentra infectados por COVID-19 presentan elevación de troponinas, marcando un peor pronóstico. La etiología de la lesión aguda miocárdica por COVID-19 no es clara, los estudios actuales no han determinado la incidencia de IAM tipo I versus miocarditis, miocardiopatía por estrés, espasmo coronario, sobrecarga ventricular izquierda, falla cardiaca derecha o IAM tipo II debido a lo grave de la enfermedad de base. Por lo tanto, hasta que se disponga de datos adicionales, los pacientes positivos o probables COVID-19, que no presenten elevación del ST en su ECG, deben manejarse médicamente y solo se realizara coronariografía urgente y eventual angioplastia en casos de alto riesgo o inestabilidad hemodinámica.
Dr. Juan Manuel Ponce.-
Título original: Management of Acute Myocardial Infarction During the COVID-19 Pandemic. A Consensus Statement from the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions (SCAI), American College of Cardiology (ACC) and the American College of Emergency Physicians (ACEP).
Referencia: Ehtisham Mahmud et al https://doi.org/10.1016/j.jacc.2020.04.039