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Diabetes
7 de abril de 2019El fumar es la causa más frecuente de muertes que pueden evitarse. Según los últimos informes, cientos de miles de personas mueren anualmente de forma prematura debido al tabaco. Estudios recientes indican que la exposición al humo de los cigarrillos fumados por otra gente y otros productos del tabaco, producen al año la muerte de miles de personas que no fuman Pese a estas estadísticas y a numerosos avisos sobre los peligros de fumar, millones de adultos y adolescentes siguen fumando. De todos modos se están haciendo progresos: cada día son más las personas que dejan de fumar.
El fumar cigarrillos, la forma más común de consumir el tabaco, se vio asociada a muchas afecciones que sistemáticamente son más frecuentes en personas que fuman. Una de las más importantes son los problemas cardiovasculares; esto significa enfermarse del corazón y las arterias. El humo del cigarrillo favorece la aparición de ateroesclerosis, enfermedad que implica que las arterias que llevan sangre con oxígeno a los diferentes órganos se tapen con depósitos de colesterol (endurecimiento de las mismas). Este es el punto de partida que genera la aparición de Infartos en el corazón, hemiplejías, arterias de las piernas tapadas y el consiguiente dolor en las pantorrillas al caminar. Otro problema importante es el cáncer. Los fumadores tienen mas cáncer de pulmón, de bronquios, y del resto del árbol respiratorio. También aparece cáncer de vejiga. Las mujeres tienen menopausia precoz y mayor frecuencia de cáncer de útero.
La nicotina, uno de los ingredientes principales del tabaco, es un poderoso estimulante. Al cabo de unos segundos de inhalar una bocanada de humo, el fumador recibe una poderosa dosis de este componente en el cerebro. Esto hace que las glándulas adrenales viertan en la sangre adrenalina, lo cual acelera el ritmo cardiaco y aumenta la presión sanguínea. La nicotina está considerada como una sustancia más adictiva que otras drogas ilegales.
Dentro de los 4000 tóxicos que tiene el cigarrillo, existe uno que genera adicción y es la Nicotina. La nicotina estimula dentro del cerebro ciertos sectores produciendo que el cerebro se acostumbre a recibir cotidianamente cierta dosis de nicotina. Luego de un tiempo, al faltar nicotina, el cuerpo reacciona con ciertas manifestaciones físicas pidiendo nicotina. Es lo que llamamos síndrome de abstinencia. La existencia de este síndrome implica que somos adictos a la nicotina. De hecho para decir que tenemos adicción a la nicotina deben darse 2 situaciones:
a) Cada vez necesitamos más dosis para obtener el mismo efecto
b) Invertimos parte de nuestro tiempo en conseguir la droga
El humo derivado del tabaco contiene, entre otras, las siguientes sustancias nocivas:
- Amoníaco
- Benzopireno
- Cianuro de hidrógeno
- Dióxido de carbono
- Monóxido de carbono
- Restos de plomo o arsénico
Cuanto más se fuma mayor es la chance de tener un problema asociado al tabaco. Esto no autoriza a fumar poco, ya que cualquier dosis de tabaco es nociva, aunque sea uno por día. Por otra parte, cuanto más tiempo llevamos fumando, mayor es el tiempo que tuvo el humo del cigarrillo para generar efectos nocivos. De hecho la mayoría de la gente comienza a fumar en la adolescencia, y sin embargo los problemas asociados al tabaco aparecen años más tarde. Pero cuanto más fumemos y cuanto antes hayamos comenzado, más temprano en la vida aparecerán los problemas.
Tabaquismo Pasivo:
Antiguamente se creía que sólo el fumador se perjudicaba con el humo del cigarrillo. En la actualidad se encontró una relación muy fuerte entre aquellos expuestos al humo del cigarrillo y las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. El humo ambiental que aspira el no fumador proviene de 2 fuentes:
a) El que se desprende del cigarrillo encendido en un 80%
b) El que exhala el fumador en un 20%
El riesgo de tener un Infarto o de tener cáncer de Pulmón es entre 20 y 30% mayor en los fumadores pasivos que entre los no fumadores pasivos. Consideramos fumador pasivo a aquel que convive o trabaja con un fumador.
Cuando una persona deja de fumar inmediatamente empieza a mejorar. Por ejemplo, cuando una persona deja de fumar, el riesgo de tener un Infarto baja a la mitad al año de no fumar y se iguala con la población que nunca fumo a los 3 años de no fumar. Pero el riesgo de tener un cáncer de pulmón tarda más en bajar y recién se iguala con los que nunca fumaron luego de 10 a 15 años de no fumar.
Dr. Juan Manuel Ponce.
MN: 115671